domingo, 15 de noviembre de 2009

Movimientos Pacifistas


Por lo general, los movimientos no surgen de una estructura ideológica definida, como ocurren en los partidos políticos, sino de un "gesto". Empiezan por la protesta, la desobediencia y la rebeldía. Su causa general es la lucha contra las instituciones y la "lógica del sistema". De ese modo el potencial democrático de los movimientos es considerable, pues reaccionan de manera espontanea y concreta ante las grandes cuestiones de la sociedad contemporánea, de vital importancia para el género humano.

La naturaleza espontanea y limitada de los movimientos, determina otros rasgos: están mínimamente organizados, pues mientras observan su impulso inicial, los movimientos se resisten a los intentos de manipulación. La última característica se deduce de lo anterior: Son indiferentes y a veces abiertamente hostiles a los principios doctrinarios; lo cual no quiere decir que sean hostiles a las ideologías, sino que su razón ideológica en todo caso, es subterránea y no admite una estructuración doctrinaria clásica.

Muchos comentaristas han insistido acerca del carácter efímero de los movimientos, pero, en todo caso, no es más que una apariencia: resurgen de manera casi continua, reunidos en torno a otra cuestión, pues su rasgo definidor es la movilidad. Y el hecho de que se vinculen en torno a una cuestión concreta permite la coexistencia de movimientos paralelos que fácilmente pueden aliarse, coincidir; cosa que no ocurre habitualmente con los partidos políticos entre sí.

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